La música y el cine están de capa caída, mientras que los videojuegos suben. En los últimos diez años mundial de videojuegos multiplicado por cuatro y las previsiones de DFC Intelligence, consultora internacional, son que en el 2009 la venta de juegos y consolas mueva 30.000 millones de euros. Para el 2012, el estudio prevé que las ventas acumuladas de Xbox 360, PS3 y Wii sumen 180 millones de unidades, más del triple que actualmente.
La pujanza de las consolas se refleja en fenómenos como la oleada de adquisiciones, fusiones y compras de derechos que están concentrando el mercado en torno a unos cuantos gigantes o la confirmación de que la mayoría de los usuarios son adultos y por eso pueden gastarse entre 50 y 70 euros por un juego para las máquinas de última generación.Otro detalle interesante es el lanzamiento de grandes producciones - títulos con costes de producción de entre 15 y 30 millones de euros- fuera del calendario tradicional de la campaña navideña, que históricamente concentraba gran parte de las ventas anuales. Un ejemplo de estos títulos que están impulsando el mercado más allá de sus límites tradicionales es Grand Theft Auto IV (GTA IV),que se comercializará en todo el mundo el 29 de este mes y del que su editora, Take Two Interactive Software, espera vender más de diez millones de unidades. El juego quiere ser una referencia tecnológica y comercial en la oferta de grandes juegos de última generación y no es casualidad que Take Two esté en el punto de mira de Electronic Arts, que ha ofrecido por ella 1.300 millones de euros.
Este año se podrán localizar, al menos, dos docenas largas de superventas que saldrán fuera de la tradicional campaña navideña. Entre ellos están Gears of War 2,Resistance 2,Metal Gear Solid 4,las nuevas entregas de Alone in the Dark y Star Wars,así como Wii Fit,con el que la última consola de Nintendo se convierte en entrenador personal.
Grand Theft Auto IV es otro título de esta lista, seguramente uno de los más esperados, que se presenta como un referente de las actuales superproducciones de la industria, diseñadas para el alto rendimiento gráfico de la PS3 y la Xbox 360 y orientadas a un público adulto.
Take Two, que ha desarrollado el juego a través de su filial RockStar, ha buscado una recreación con calidad fotográfica de personajes y ambientes en un escenario llamado Liberty City, que es una réplica de los bajos fondos de Nueva York. El protagonista es Niko Bellic, emigrante mafioso centroeuropeo que intenta hacerse con una parcela de poder en la ciudad, para lo que dispone de un plus tecnológico. Por ejemplo, los entornos de las situaciones son inteligentes y varían según las partidas y el protagonista puede tomar fotos con el móvil y utiliza el teléfono para hacer llamadas reales que le dan pistas o que le sirven para citarse con mujeres o colegas.
Sin contar los capítulos extras, GTA IV ofrecerá más de cien horas de juego explícitamente dirigido al público adulto. Según Sam Houser, portavoz de Rock-Star: "Espero la polémica porque la hemos sufrido ya en el pasado. Estoy deseando que el público comience a ver los juegos para adultos con más madurez".
La inminente llegada de GTA IV al mercado ha desencadenado diversas previsiones. Michael Pachter, analista de Wedbush Morgan, estima que entre su lanzamiento a finales de este mes y el 31 de octubre, se venderán nueve millones de unidades que dejarán a Take Two unos beneficios de 135 millones de dólares. Según sus cálculos, seis millones de juegos los comprarán usuarios de la Xbox 360 y los otros tres serán para jugadores con PS3. Un dato que se entiende mirando el actual parque mundial actual de consolas: 18 millones de Xbox 360 y 11 millones de PS3. De la Wii se han vendido ya 23 millones, pero sus prestaciones son diferentes y no hay versión de GTA IV para la consola de Nintendo. Con los datos potenciales de ventas en la mano, se comprende la estrategia de Take Two de rechazar cualquier opción de compra antes de que el juego esté en la calle. Si GTA IV funciona como está previsto, el valor de la compañía aún será más alto en un mercado mundial preparado para seguir creciendo. Según Pachter: "Este año va a ser bueno, pero no tanto como el 2009, y probablemente no tan grande como lo será el 2010".
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