Los discos de 2.5 pulgadas de tamaño serán el estándar en 2009, esto es lo que afirma Robin Harris de ZDNet, y para ello aporta unos cuantos datos. No le voy a quitar la razón, porque ademas creo que la tiene, pero quizá 2009 sea algo temprano para pensar en eliminar del mercado los discos de 3.5 pulgadas.
Harris comenta que la industria se ha movido de lo grande, a lo pequeño, y además cada vez con mayor rendimiento a pesar de la reducción del tamaño. De esto no cabe la menor duda: si comenzamos con nuestros ordenadores a unos pocos megahertzios (recuerdo mi 286, a 6 MHz con turbo a 25 MHz), ya desde hace unos años superan la barrera del Gigahertzio, e incluso algunos modelos llegan a los casi 5 GHz de frecuencia.
Pero no, ahí no está el problema. La tecnología mejora a medida que pasa el tiempo, y como tal el resultado de cara al usuario es lógicamente mejor. Lo que antes cabía justo en una superficie de disco de, pongamos, 8 centímetros, ahora lo hace en 3, con incluso más fiabilidad y rapidez.
A medida que se han hecho cada vez más pequeños los discos, también se ha mejorado su peso haciéndolos más ligeros, y eso implica que el esfuerzo para hacer girar el disco ha sido una variable que se han visto reducida con el paso del tiempo. Consecuentemente, al tener un recorrido menor a la hora de búsqueda de datos, los tiempos de acceso a disco (escritura o búsqueda) también se han visto reducidos.
Otro aspecto es que la relación capacidad/disco ha aumentado, debido a que los discos cada vez han sido más pequeños en tamaño y más grandes en capacidad de almacenamiento de datos. ¿Y no hay desventajas?. Claro que las hay.
A mayor densidad de capacidad sobre la superficie del disco, ahora se pierden más datos que antes, y al utilizar nanotecnología (en algunos casos, picotecnología si se me permite la expresión) es más posible que algo rompa, si bien esto último es algo bastante complicado de establecer dado que los ingenieros se esfuerzan por evitarlo.
La caja, algo tan sencillo que actualmente ya sigue unos estándares (las más generalizadas con las ATX, inventada en 1995 por Intel), debe cambiar sus slots para poder añadir discos de 2.5 pulgadas a sobremesa. Eso implica además otro aspecto, y es que a día de hoy se comparte hueco tanto para discos duros como para lectores ópticos, dado que se mantienen en la misma columna dentro del ordenador. Aunque se generalizase el uso de discos de 2.5 pulgadas, los de 3.5 no se perderían y habría que mantener un espacio para ellos: ¿Tendremos dentro de poco cajas para ordenador con un número muy limitado de slots para cada tipo de disco?.Según Harris, los discos de 2.5 pulgadas van, hablando en tamaño, unos 2 o 3 años por detrás de los de 3.5 pulgadas. Esto implica que, si la relación se mantiene para 2011 veremos discos de 2.5 pulgadas y ya 1 TB de capacidad, y una noticia de esta misma semana: discos de 2.5 pulgadas y 15.000 rpm como el Velociraptor de WesternDigital, que iguala en velocidad de giro a los discos de 3.5 pulgadas en sus versiones más profesionales, pero aún domésticas. Lo dicho, cada vez más pequeños y más potentes
Ya para concluir, Harris comenta que para el año 2014 los discos de 3.5 pulgadas dejarán de fabricarse, lo cual no sería descabellado, pero antes de eso tiene que haber un cambio muy importante, parecido al que hubo con las ATX a medidados del 95. Dicho cambio podrían ser las cajas BTX, sobre las que llevamos muchos años oyendo noticias de lanzamiento pero que aún apenas ha copado el mercado.
Y ya yendo algo más allá en el tiempo: los SSD serán los sucesores de los actuales discos duros, o al menos todo apunta a ello. ¿En qué tamaño morirán los discos tradicionales, en las 2.5 o llegarán a las 1.8 pulgadas?. Porque de ser lo segundo, tendremos esta historia de nuevo aproximadamente para dentro de unos 10 años.
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