El momento ha llegado. Un año más, Barcelona se convierte en la capital mundial de la telefonía móvil. Los principales fabricantes y operadores del planeta envían a la Ciudad Condal a sus primeros espadas, a sus ejecutivos más carismáticos para mostrar lo último de unos catálogos que, ahora más que nunca, ni saben ni pueden estarse quietos. Pero los grandes no vienen solos.
Les acompañan toda una constelación de centenares de empresas de todos los tamaños y procedencias. Compañías que, en muchas ocasiones, basan toda su actividad en un único (y a veces revolucionario) nuevo servicio o función para aplicar al dispositivo electrónico más usado de todos los tiempos, ese que nos acompaña, en el bolsillo, allá donde quiera que vayamos.
Justo en la frontera
Mapas que giran en pantalla según la posición del usuario; llamadas de voz durante las que es posible compartir documentos y datos; agendas de contactos con los que abrir, en un solo clic, chats y conversaciones instantáneas; mensajes inteligentes, que se configuran a sí mismos según el contenido que se quiera enviar; «avatares» que uno mismo se construye y que asocia después a su número para enviarlo a los demás junto a una llamada; televisión digital en pantallas de alta resolución que son cada vez mayores; códigos bidimensionales, la nueva «moda» que está a punto de inundarlo todo; creaciones mixtas, demasiado grandes para ser un móvil y demasiado pequeñas para ser un ordenador, justo en la frontera entre los teléfonos y los PC...
Y todo, o casi todo, con tecnologías táctiles que, en teoría, permiten hacer cualquier cosa con el simple toque de un dedo. El Mobile World Congress ha empezado. Y en el interior de sus ocho pabellones, casi 1.300 empresas dibujan los escenarios en los que tendrán lugar las guerras del sector durante el año 2008.
«La batalla del tacto»
Por un lado, la que se ha dado en llamar «la batalla del tacto», que se desarrolla a marchas forzadas a la sombra del iPhone, de Apple, que la filial británica de Telefónica, O2, mostraba ayer en exclusiva a una inacabable fila de visitantes. No todos han llegado aún a la pantalla táctil, pero están en ello. Y ninguno, por ahora, ha conseguido siquiera hacer sombra a la tecnología Multi Touch desarrollada por la marca de la manzana.
Sorprende, en medio de este panorama, que tampoco en esta ocasión un fabricante como Nokia se haya decidido a presentar su versión táctil. Se esperaban novedades en este sentido, pero Olli Peka, máximo ejecutivo de la firma, ni siquiera hizo mención a ello durante su presentación de ayer. Enseñó, eso sí, la nueva gama de dispositivos, al frente de los cuales se sitúa el flamante N-96 (la evolución del famoso N-95) y que incorpora, entre otras mejoras (más fino, mejor cámara, software renovado), una memoria interna de 16 Gb. Peka que se refirió al sector de la movilidad como a un «mundo de posibilidades», presentó también el nuevo N-6210, que entre otras novedades incorpora, a su sistema de GPS, una brújula que apunta siempre al destino seleccionado por el usuario en el mapa (la versión 2.0 de Nokia Maps). La firma finlandesa, en boca de su vicepresidente, Niklas Savamder, hizo saber a la concurrencia que Nokia está «reinventando internet», en relación a la próxima puesta en marcha de OVI, el portal de servicios y descargas (música, juegos, fotos...) que funcionará a partir de esta primavera.
Los que sí que tienen muy clara su apuesta por la tecnología táctil son los coreanos. Las dos principales marcas de telefonía del gigante tecnológico oriental, LG y Samsung, presentaron los que quizá sean, por el momento, los terminales más atractivos de los vistos en la feria.
La estilización de los coreanos
Finos, estilizados y con grandes pantallas, ambos han puesto el acento precisamente sobre sus capacidades táctiles. LG, cuya división de movilidad crece desde 2006 a un ritmo del 20 por ciento anual, apuesta en varios de sus terminales (como el KF-600) por una «segunda pantalla», un área limitada de la pantalla principal, que es donde concentra su tecnología táctil. Situada en la zona inferior del móvil, esta pantalla muestra, en forma de iconos, las opciones de la aplicación que estemos manejando en ese momento. Un «invento» que, en el modelo KF-700, se sustituye por una media rueda vertical (esta vez en la zona superior izquierda) que se hace girar con el dedo y en la que, de la misma manera que los asientos de una noria, van apareciendo las diferentes opciones.
Samsung, por su parte, sorprende muy gratamente con su Soul, el nuevo rey de su gama Ultra Edition (los móviles más finos del mercado), con apenas 12,9 milímetros de grosor. Será coincidencia, pero también este terminal cuenta con dos pantallas en una. Como en el caso de LG, la zona inferior incorpora tecnología táctil y muestra las diferentes opciones a las que es posible acceder en cada momento. Este terminal incluye funciones fotográficas profesionales, como una cámara de 5 megapíxeles con flash LED, detección de rostros, estabilizador de imagen o margen dinámico extendido (WDR) para fotografía avanzada. Por supuesto, todos los modelos incorporan la tecnología HSDPA o lo que es lo mismo, la banda ancha de la navegación móvil por internet.
Windows Mobile
A mediodía les tocó el turno a los chicos de Microsoft, los únicos tipos de este mundo que igual te los encuentras en la cola del súper como ofreciendo más de cuarenta mil millones para comprar Yahoo. Por supuesto, ni una sola mención a lo que podría ser una de las mayores operaciones financieras de la era internet, pero todas las que se quiera sobre las bondades de su sistema operativo Windows Mobile aplicado a los teléfonos móviles.
Destacaron los portavoces de la compañía el «giro» de su división de movilidad, tradicionalmente orientada a la empresa, hacia el mercado de consumo. Buena prueba de ello es la reciente alianza con Sony-Ericsson, uno de cuyos primeros frutos, el Xperia X1, se mostró ayer en Barcelona por primera vez.
Se trata de un dispositivo de 110 x 53 x 16.7 mm y 145 gramos de peso. Cuenta con una pantalla de tres pulgadas y una memoria interna de hasta 400 MB, ampliable por medio de tarjetas SD (que tienen hasta 4 GB). Tiene una cámara de 3,2 megapíxels y su pantalla, al deslizarse, revela un teclado completo. Es, por ahora, lo último en la convergencia entre el móvil y el PC.
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