Son mensajes de 140 caracteres que se envían de forma instantánea a través de Internet a cualquiera que desee recibirlos. Es Twitter , mitad servicio de microblogging, por la obligatoria brevedad de cada entrada, mitad red social, ya que cada usuario puede decidir quién recibe sus actualizaciones, o tweets, o dejarlos abiertos al público general. A día de hoy, ya registra más de tres millones de usuarios , cuyos usos van desde la simple comunicación de su ubicación y estado actual (“recogiendo a los niños en el colegio”, “feliz tras el concierto”) hasta la publicación de chascarrillos breves y el intercambio de enlaces.
Pero la divulgación científica también ha encontrado con Twitter una nueva y útil herramienta. “En caso de que no tengamos esta oportunidad de nuevo, gracias a todos por todas las preguntas, comentarios y buenos deseos durante la misión. Ha sido imponente”. Ésta era una de las últimas actualizaciones de la sonda Phoenix Mars Lander , que anunciaba el otro día en su cuenta de Twitter que se preparaba para dormir durante el invierno marciano y que, en caso de despertar, sus seguidores serían los primeros en saberlo. Anteriormente había explicado la duración de las estaciones marcianas, anunció la detección de carbonato cálcico y avisó de un pérdida temporal de comunicación.
Por supuesto, aunque el estilo literario de las actualizaciones sugiere que es el propio vehículo explorador el que las realiza, detrás hay un usuario humano: Veronica McGregor, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, es la encargada de ser el alma tras la máquina desde el 8 de mayo, fecha en la que envió el primer mensaje.
“La idea surgió durante una reunión. Estábamos discutiendo la realización de un blog para el aterrizaje (que ya hicimos), y uno de los miembros de mi equipo sugirió utilizar Twitter. Lo que me gustó del sistema fue que las actualizaciones podían recibirse en los teléfonos móviles de la gente”.
“El aterrizaje –prosigue McGregor, en declaraciones a Público– estaba previsto para una tarde de domingo en medio de tres días de vacaciones en Estados Unidos, una fecha en la que la lectura de periódicos y la audiencia de televisión típicamente decaen. Usando Twitter, podíamos hacer llegar las noticias sobre el aterrizaje a gente que podía estar en una celebración, en un picnic, en la playa, etcétera”.
McGregor señala que empezó a actualizar la cuenta tres semanas antes del aterrizaje, de forma que algunos blogs empezaron a comentarlo y la gente “empezó a apuntarse”. “El día del aterrizaje teníamos 3.000 seguidores. Tres días después, teníamos 9000. Me di cuenta de que la gente estaba interesada en seguir la misión entera, no sólo el aterrizaje”, agrega. En la actualidad, casi 40.000 usuarios están apuntados a las actualizaciones.
Una herramienta útil
El éxito de la iniciativa hizo que se viese el sistema como una herramienta útil para la agencia. “@MarsPhoenix fue la primera misión de NASA-JPL en ser narrada en vivo a través de Twitter–señala McGregor. Un motivo por el que empecé otras cuentas fue porque a veces recibía respuestas de algunos seguidores de @MarsPhoenix pidiendo más misiones. Empecé una para la misión Cassini a Saturno, los exploradores en la superficie marciana, y acabo de abrir una para la siguiente misión a Marte”.
Hasta la fecha, ninguno de los proyectos que se subieron al carro de Twitter tras el éxito de @MarsPhoenix ha tenido la popularidad de éste. Así, @MarsRovers –sobre los exploradores a Marte– consiguió 5.441 seguidores y @CassiniSaturn , –sobre la sonda Cassini–, 4.597. Sin embargo, el guante está lanzado y la Agencia Espacial Europea ha confirmado que, por el momento, no está empleando el sistema, pero considera su utilización.
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