Los reguladores antimonopolio de la Unión Europea realizaron nuevas acusaciones el contra el fabricante de microprocesadores Intel, por el presunto pago a minoristas para que no vendieran ordenadores que usaran chips producidos por su rival Advanced Micro Devices (AMD).
La "declaración de objeciones" de la Comisión Europea surge tras los cargos del 2007, cuando Intel fue acusada de entregar pagos a los fabricantes de ordenadores para que limitaran o evitaran el uso de chips de AMD.
Entonces, el vicepresidente ejecutivo de AMD, Tom McCoy, dijo que "a menos que se apliquen medidas duras contra los monopolios, éstos podrán permitirse seguir en la situación actual".
Los responsables de AMD también aseguraron que "la conducta de Intel perjudica a la competencia y a los consumidores" y mantiene los precios "más altos", al tiempo que dificulta la innovación.
La ampliación de la acusación implica que la Comisión está ahora analizando que Intel actuó ilegalmente contra su rival tanto en el canal mayorista como el minorista, en un intento por acabar con su competidor.
"La Comisión también considera en esta etapa de su análisis que todos las conductas se refuerzan entre ellas y son parte de una única estrategia general anticompetitiva que buscaba excluir del mercado a AMD o limitar su acceso al mercado", dijo el órgano ejecutivo de la Unión Europea.
La reputación de Intel, en duda
El organismo sostuvo que Intel había entregado sustanciales cantidades económicas a una gran compañía informática de Europa, con la condición de vender sólo ordenadores con sus chips.
En segundo lugar, la Comisión dijo que Intel pagó a un fabricante de ordenadores para que demorara el lanzamiento de una línea de productos que incorporaba una CPU de AMD.
En tercer lugar, le dio importantes cantidades de dinero al mismo fabricante para alentarlo a que adquiriera todas sus CPU para ordenadores portátiles a Intel.
El logo de Intel, el mayor fabricante de chips del mundo, aparece en cuatro quintos de las CPU de las computadoras personales del mundo, el de AMD esta en el resto.
La Comisión podría multar a Intel, aunque es poco probable que la sanción se acerque al techo de un 10% de la facturación anual. Pero podría dañar la reputación de la firma al tildarla de competidor desleal. Intel tiene ocho días para responder a la acusación.
Intel también ha estado y sigue bajo sospecha por prácticas monopolísticas en Estados Unidos, ya que los pasados meses de enero y junio, la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos y el fiscal general de Nueva York abrieron sendas investigaciones tras las sucesivas reclamaciones de su competidor AMD.
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